DISTANCIA: 16 Km. Circular Tiempo: 8 horas
Once compañeros nos
hemos dado cita para la realización de esta ruta circular de dificultad ALTA,
no solo por la subida al Castillo, sino porque al regreso transitamos por el
cauce seco del arroyo Ahijadero, zona de gran belleza pero difícil de
transitar. Por la CA-372 llegamos al A.R. Llanos del Campo donde comenzamos,
cruzamos la carretera y a través de una cancela nos adentramos en el sendero de
los Llanos del Berral, siguiendo las indicaciones llegamos al mirador del
Castillo de Aznalmara, bajamos por su parte izquierda rodeados de
espectaculares Quejigos y madroños, en breve vemos a nuestra derecha unas
cueva-refugio, continuando con nuestra marcha llegamos a unas viviendas que
rodeamos por la derecha para llegar al nacimiento de la Fuente del Pontón,
después de la foto de grupo, continuamos por una pista alquitranada, pasamos
unas construcciones en ruina, rodeados de tierra de labor y naranjos llegamos
al pontón de Tavizna, que no es más que un puente de hormigón, que no cruzamos,
seguiremos el cauce del rio que más tarde cruzamos para ir ganando altura.
Subiendo por la
ladera bastante empinada llegamos a unos llanos de corto recorrido continuamos
rodeando el cerro rocoso hasta encontrar el inicio de la subida al Castillo, es
bastante empinado y tiene mucha piedra suelta, con precaución llegamos a la
puerta y accedemos a su torre, disfrutando del entorno bajamos a una explanada
para realizar la visita completa y tras el reconocimiento bajamos por donde
hemos llegado, no conviene intentar bajar por ningún otro sitio, pues el
terreno es muy escarpado y una caída puede resultar fatal.
Nos vamos alejando y
llegamos al Puerto del Castillo tras una parada de descanso llegamos al rio
Tavizna que vadeamos por donde podemos y comenzamos una fuerte subida por el
cerro El Vasco, un cortafuegos nos alivia el camino hasta llegar a las ruinas
de El Olivillo, continuamos no sin esfuerzo por el cauce seco del arroyo
Ahijadero, una zona selvática repleta de musgos y líquenes, grandes quejigos,
rocas y piedras que resbalan por la humedad pero que con precaución disfrutamos
enormemente, estamos rodeando el cerro de las Cuevas, cruzamos una alambrada y
girando a la izquierda llaneamos un poco hasta llegar a la Lagunilla del
Alacrán, un perezoso que se abastece de las precipitaciones del entorno,
creando un ambiente de gran belleza, siguiendo el camino llegamos de nuevo a
los Llanos del Berral y girando a la derecha terminamos nuestra ruta. Crónica: Carlos Bellido
Fotos de Carlos AQUI
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