RUTA DE LAS TRES TORRES ATALAYAS
La ruta de este domingo, la hemos
enmarcado dentro de las que podríamos denominar “de principios de temporada”.
Nos enfrentamos este día a una ruta
fácil, inicialmente de unos 12 kilómetros, muy llana y con unos altos programados,
de los llamados “cultos”, para explicar algún detalle o aspecto curioso de la
ruta.
La ruta comenzó junto a la venta
de Francisco, donde tras dejar los coches comenzamos a andar por un sendero
paralelo a la carretera bordeado con estacas que nos protegían de los coches y
que inicialmente fueron concebidas para que los bañistas no aparcaran en la
carretera.
Nada mas iniciar la ruta hicimos la primera
parada junto a la Torre Nueva del Palmar, donde aprendimos detalles de su
construcción y objetivos.
A los pocos minutos seguimos la
marcha continuando junto a la carretera hasta que se acabo la misma y nos
encontramos con el Arroyo del Conilete, el cual nos ofrecía tres posibilidades
de paso, una, nadar, descartada de inmediato, otra tirarnos hacia el este 1,2
km, hasta cruzar por el puente de la comarcal CA-2144 y regresar otro kilometro
doscientos a la playa y la tercera alternativa que es la que hicimos de
tirarnos hacia el oeste a la playa y caminar en paralelo al arroyo.
Ya andando por la playa un kilometro
y medio mas tarde nos encontramos con la segunda torre, dependiendo del autor la
de “Castilnovo o Castilobo”, a la que accedimos tras sortear, un arroyo, “hoy
era nuestro día de suerte y aun estábamos con los pies secos”.
Tras la parada informativa,
continuamos por el sendero que une la Torre con Conil, a lo largo de cual
fuimos viendo pequeños grupos de personas apostados con sus redes para la
captura de los jilgueros, esto hizo que buena parte del tramo pudiéramos
disfrutar del cante de los reclamos.
Antes de entrar en Conil, tuvimos
que atravesar el puente que atraviesa el rio Salado, el cual no parece que este
muy preparado para soportar el paso de mas de 30 personas a la vez, ya que se
cimbreaba, como si estuviera sufriendo un terremoto, alguno, que no se fio
mucho del balance lo paso corriendo.
Alcanzada la localidad de Conil,
vimos la Torre de Guzmán, ultima de la lista, el museo de raíces conileñas y
desayunamos junto al paseo marítimo.
Del regreso nada que reseñar, eso
si, durante este tramo pudimos disfrutar de la vista de las escuelas de surfing
y la multitud de personas que con sus trajes de neopreno subían y se caían de
las tablas.
Finalizar esta crónica comentando
que el ritmo de la marcha fue muy bueno 4,7 km/h y la lectura del GPS 14,800 km.
( Cronica de Jose Maria Madrid )
1 comentario:
Muy bonitas las fotos de este dia Miguel, se ve una luz especial, y Conil tan blanci y muy destacado sobre un cielo tan oscuro.
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