DISTANCIA: 10 Km. Circular Tiempo: 6,5 horas
Si miramos atentamente nuestros mapas veremos que el macizo de Libar está conformado por varias formaciones montañosas, entre las que destacan la sierra de Juan Diego, sierra de Montalate, la sierra del Palo, sierra de Libar, sierra Blanquilla y la sierra de los Pinos. Entre estas se encuentran dos bellísimas depresiones o poljes los Pozuelos y Libar. Hoy hemos realizado una fantástica ruta, de dificultad Alta, por esta maravillosa sierra, repleta de formaciones kársticas, de dolinas, de pozos de nieve, sierras repletas de historias de bandoleros, contrabandistas y también comerciantes, hemos ascendido a las dos cumbres más emblemáticas de la sierra del Palo, El Tunio con 1.350 m.s.n.m. y el Palo con 1.400 m.s.n.m.
Salimos de nuestro lugar de encuentro hacia la localidad de Montejaque y nada más entrar y pasar la fuente Malchar, nos desviamos por una estrecha calle a la derecha, a los doscientos metros giramos buscando el camino de los Llanos de Libar. Nos espera un carril de ocho kilómetros, que en algunos tramos presenta un firme irregular, por lo que iremos atentos y con mucha tranquilidad, como decían algunos compañeros admirando el paisaje.
Llegamos al Refugio de Libar y después de estirar, tenemos que retroceder unos seiscientos metros buscando el hito de piedras que en leve subida nos lleva hasta la restaurada fuente-pilón del Saucillo. Desde aquí entre bellas encinas y sobrecogedores quejigos, llegaremos a un canchal de piedras y rocas. No veremos ahora ningún árbol, caminamos por una loma pedregosa que ya no nos abandonará en toda la ruta. Subimos entre rocas y piedra con matorral bajo, buscando la cumbre del Tunio. Tal como vamos llegando vamos rodeándolo por la izquierda hacia una primera formación, obteniendo a la vez unas espectaculares panorámicas del valle del Guadiaro, “esto es increíble”, hay que venir aquí a verlo, porque no es fácil de contar. Llega la hora de cerrar el círculo y lo hacemos descendiendo hacia Sierra Blanquilla, hasta llegar al puerto del Gastor, donde la linde formada por un muro de piedra nos sirve de guía, pronto estamos de nuevo en el refugio de Libar. Una ruta que hace considerable tiempo teníamos muchísimas ganas de realizar, hoy por fin hemos tenido la fortuna de poder hacerla, una satisfacción enorme para este pequeño grupo del Club Al-Sendero formado por Rosario, Francisca, M.ª Carmen, Pepe, Paco, Manolo, Carmen, Petra y Carlos.
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Blog de Carlos Y Petra AQUI
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