Hoy, nuestro grupo estará
“capitaneado” por nuestros compañeros Fran Aragón y Antonio Ladrón de Guevara.
Empezamos nuestra ruta en el aparcamiento
que está en la carretera que va a la
playa de Camposoto, justo en frente de una zona militar. De este mismo
aparcamiento parten otros dos senderos: “Sendero del Río Arillo” y “sendero
Salina Tres Amigos”.
Continuamos por la carretera hasta llegar
a la playa de Camposoto, y seguimos avanzando por el camino paralelo a la playa
hasta llegar al final, que es de donde parte el sendero “Punta del Boquerón”,
propiamente dicho.
Al comienzo del sendero hay paneles
explicativos; y ahí mismo comienza una pasarela de madera que nos facilita la
ruta. Nuestros pasos discurren por las dunas paralelas a la línea de playa.
Una vez adentrados en el sendero,
podemos observar, a nuestra izquierda las marismas, formadas a lo largo de
muchos años por el oleaje y los sedimentos arenosos, que hoy se nos muestran
enfangadas debido a la marea baja. Observamos que la vegetación es la propia de
las zonas de marismas. Tenemos suerte de que haya una gran bajamar (durante la
madrugada ha habido una gran “súper Luna”) y podemos ver algunos “cangrejos
violionistas” o comúnmente llamados “bocas de la Isla”. La retama blanca y
otros arbustos nos acompañan lo largo de todo el sendero (plantas, que además
sirven para frenar el movimiento de las dunas).
A mitad del sendero llegamos a un
mirador con paneles informativos. Desde allí observamos la playa y el “Castillo
de Sancti Petri” al fondo y en medio del mar. El día está muy claro y la
visibilidad es muy buena.
Después de descansar unos minutos
en el mirador, y hacer las correspondientes fotos de grupo, seguimos avanzando
por el camino de las dunas hasta llegar a la “Batería de Urrutia”, después de
haber observado algunos restos de antiguas baterías ya desaparecidas.
En la “Batería de Urrutia” podemos
observar muros, pilares y restos, bastante bien conservados, de edificaciones interiores. Atravesamos la
Batería y salimos al “Caño Sancti Petri”. La marea está bajísima, lo que nos
permite observar multitud de “cangrejos
violinistas” de todos los tamaños.
Mientras algunos de nuestro grupo
descansan y toman el desayuno, otros hacen fotos y pasean por toda la orilla
del caño, observando embarcaciones y Chiclana al otro lado de la orilla. Un
gran espectáculo visual.
De nuevo nos ponemos en marcha. Al
poco, nos encontramos los restos de una antigua embarcación semienterrada en la
orilla. Seguimos avanzando hasta el extremo del cabo y lo bordeamos dando la
vuelta.
El “Castillo Sancti Petri” se
divisa claramente. Aprovechamos, de nuevo, para hacer muchas fotos. La
temperatura es perfecta para un día playero, hay algunas personas tomando el
sol, bañándose y pescando.
El castillo es de época fenicia y
fue un santuario. Sobre él, los romanos levantaron un templo dedicado al dios
Hércules. Desapareció en época visigoda y fue arrasado y destruido en su
totalidad en la época de ocupación musulmana. En el siglo XVII se volvió a
edificar con idea de ser un lugar de vigilancia y defensa de naves piratas. En
el siglo XVIII se amuralló para defenderse de los desembarcos de tropas
enemigas. Recientemente ha sido reconstruido con motivo del segundo centenario
de las Cortes de Cádiz.
La vuelta la realizamos por la
playa, paseando por la orilla con comodidad, aprovechando aún la bajamar.
Al seguir avanzando llegamos a uno
de los bunkers que datan de la época de la guerra civil española. Continuamos
nuestra marcha y, de nuevo nos encontramos con el segundo bunker.
Seguimos nuestra ruta por la
orilla hasta llegar al punto de donde por la mañana habíamos comenzado el
sendero. ( Al final de la carretera de Camposoto).
Nos hacemos nuevamente fotos de
grupo sobre un puente de madera, por debajo del cual discurre un canal con
peces.
Una vez fuera de la playa,
enfilamos la carretera hasta llegar al aparcamiento de donde partimos por la
mañana (frente al destacamento militar y de donde parten los senderos “Río
Arillo y Salinas Tres Amigos”).
Después de una mañana espléndida,
y bastante calurosa, decidimos irnos a tapear (cervezas y un rico “pescaito
frito de la Isla”). El día había concluido sin incidencias y con gran alegría y
entusiasmo de todos.
Cronica: MariCarmen Galindo
Fotos de Rosa AQUI
Fotos de MariCarmen Galindo AQUI
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